El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

domingo, 19 de abril de 2015

La entrega absoluta a mi Amo



Hay cosas que no se pueden comprender, ni se pueden explicar hasta que no te pasan. Yo lo estoy viviendo. Desde mi formación, desde mi experiencia, desde mi todo, jamás habría podido creer en que pudiera poner toda mi existencia, personal, profesional, emocional, sexual, todo... en manos de otra persona

¿Cómo puedes entregarte de esa manera a alguien? ¿Cómo puedes dejar todas las decisiones en pos de la voluntad de otra persona? ¿Cómo puedes supeditar tu existencia misma a los deseos de otra persona? Son preguntas que parecen propias de alguien que no está en su sano juicio, pero nada más lejos de la realidad. Sé que hay quién pueda leer estas tribulaciones mías y pensar que estoy para que me encierren. Probablemente yo lo habría pensado también hace poco más de tres meses. Pero ahora todo ha cambiado. Mi percepción de la realidad es diferente. Mi forma de ver mi propia existencia es distinta

Ahora he descubierto lo que significa ser la esclava de mi Amo. Ser su propiedad, y dejar que él decida qué es lo que tengo que hacer, y cómo lo tengo que hacer. Es una situación que se basa para mi, desde mi modesto entender, en dos principios. El primero, la libre elección. Ha sido mi decisión. La he tomado con conocimiento de causa. Me he entregado libremente, y he decidido que él sea el que "mande en mi". El segundo es el de la confianza. Sólo teniendo una confianza absoluta en las decisiones y en las determinaciones de mi Amo, puede existir esta entrega. Por ello necesariamente tiene que ser un proceso, que necesita de tiempo, de conocer a tu amo, de ir comprobando lo que provocan en nuestra persona sus mandatos, sus órdenes, sus exigencias. 


Como he dicho muchas veces, yo no puedo hablar por nadie, no conozco a ninguna persona que esté viviendo lo mismo que yo, sólo intento explicar lo que yo estoy viviendo, y desde mi experiencia, creo que es necesario un tiempo, un conocimiento, un compartir... no se puede tomar la decisión de entregarse sin que exista esa confianza absoluta. Además he de ser muy sincera. Yo hace tiempo que decidí entregarme en cuerpo y alma, pero hasta hace muy poco no lo he sentido en mi interior, en toda su plenitud. Una cosa es querer hacerlo y otra cosa es sentirlo. Ahora lo siento, y casi podría decir que asusta, porque es una de las sensaciones más fuertes que he sentido en mi vida. Nunca lo creí posible. Pero la realidad es que tengo un Dueño, pertenezco a mi Amo, soy de mi Señor. Él siempre dice que nuestro tiempo pasará. Yo no lo niego. He aprendido que siempre tiene razón, pero también es cierto que yo no creo que pueda pertenecer a otra persona. El primer día que empecé a contar mis vivencias y experiencias, ya lo dije, no me siento sumisa, me siento la sumisa de mi Amo. Puede que esté equivocada. Puede que todas las sumisas experimenten esta misma sensación cada vez que tienen un amo, no lo sé. Personalmente no lo creo. No me veo obedeciendo a otro amo que no sea mi Señor. Su dominio sobre mi está en lo más profundo de mi ser, trascendiendo todos lo planos. Y ahora tomo plena conciencia de que es así. Y que esta dominación me hace más feliz, más plena, más viva de lo que me he sentido nunca. Mi Señor lo es todo, y yo sigo intentando saber lo que soy, busco cómo hacer el Camino, cómo agradarlo, cómo ser lo que él quiere. Ahí estoy.


Una vez más, sólo puedo decir Gracias mi Señor. Espero estar a la altura.

Shakti.

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