El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

domingo, 29 de noviembre de 2015

Soy tu obra, mi Amo.


Desde que mi Amo me volvió a aceptar como su esclava, no he estado con él. Hace casi dos meses que tuvimos nuestro último encuentro, en el que no quiso darme el regalo de su leche, porque aún seguía castigada y no era merecedora de tal recompensa. Por supuesto lo entendí y por supuesto lo acepté, y pese a que no tuve ese regalo, para mí fue un encuentro que me llenó y m
e dio una fuerza para asumir la prueba de silencio que fue lo que vino después. Pasé más tiempo que nunca con Mi Amo, y lo sentí también más cerca. Mi grado de entrega es absoluto, y el sentir esa cercanía aunque fuera apenas un par de horas, compensa cualquier espera. Me dejó abrazarlo, tocarlo, sentirlo, incluso bromeó... dejó sus marcas en mi piel, marcas que yo miraba y hacían que me produjera placer y excitación, que mi entrepierna se mojara, sólo pensando en que Él, mi Dueño, había disfrutado con mi cuerpo, que no es mío, es suyo... 

Aún no ha estado dentro de mí, pese a que llevamos juntos casi 11 meses. Me pongo muy nerviosa sólo con pensar que la próxima vez que tenga la suerte de estar con él, va a llenar todos mis agujeros. Espero saber darle el placer que él espera. A veces me da miedo pensar que lo pueda decepcionar sexualmente, porque para mí lo más importante del mundo es el placer y la satisfacción de mi Amo, por encima de cualquier otra cosa. Muchas veces me paro a pensar en qué es lo que pudo ver en mí, y por supuesto en la tremenda suerte que tuve, porque cuando mi Dueño llegó a mi, yo no tenía ni la más remota idea de lo afortunada que era, ni por supuesto de que el sentido de mi existencia estaba entrando en mi vida

Cuento los días que faltan, aunque la verdad es que no sé cuándo será. Mis meteduras de pata han hecho que aún no haya podido vivir ese momento, que lo anhelo como jamás deseé nada en mi vida. 

Durante estos meses he desarrollado muchos sentimientos, emociones y sensaciones que ni siquiera sabía que podían existir. Tal vez pude parecer una locura que en casi un año, mi Amo no me haya follado, o que aún no sepa lo que es besarlo. Pero todo tiene un sentido y un porqué, mi Amo sabe lo que hace y porqué lo hace. Yo siempre fui persona de querer saber el porqué de las cosas, pero hace meses que dejó de importarme. Si mi Amo hace las cosas de una determinada manera es porque así deben de ser. Yo sólo lo obedezco, sin más. Lo único que sé es que es el centro de mi existencia. Me he entregado a él totalmente en cuerpo y en alma, sin ningún tipo de reservas, no por necesidad, sino que por elección, por decisión. Ser su esclava, y todo lo que supone, es lo que le da sentido a mi vida. Comprender estas emociones, estos sentimientos creo que no es posible para aquellas personas que no lo han experimentado en carnes propias. Reconozco que yo no lo habría ni entendido, ni creído sino fuera porque lo estoy viviendo en mis propias carnes, lo estoy sintiendo en lo más profundo de mi ser, y siento no tener las palabras perfectas, las palabras adecuadas que me permitan trasladarlo. Por ello confío en que quiénes estén viviendo esta realidad me van a entender perfectamente.

Soy Shakti, porque mi Amo me ha creado. Soy su obra. Soy su propiedad. Antes de ser Shakti estaba perdida, mi Amo me encontró, se apiadó de mí, y decidió enseñarme a transitar por este camino que no quiero, ni puedo abandonar, y que espero poder seguir andando de la mano, del que es y siempre será mi único Amo.

Tuya por siempre, Shakti.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Un nuevo comienzo


Ser la esclava de mi Amo, es lo que creía que era lo que más quería en el mundo, ahora me he dado cuenta de que es algo mucho más profundo, lo que yo quiero es agradar a mi Amo, que se sienta feliz conmigo, de orgulloso su obra, porque eso es lo que soy, su obra.

Haber vuelto a ser aceptada es muy importante, pero no significa nada más allá de una parada más del camino. Mi verdadero reto es que mi Amo cada día quiera seguir siendo mi Dueño. No soy nada, no tengo ninguna importancia, no soy diferente, ni especial, pero por momentos mi Amo me hace sentir única, pero no por mí, sino por él que me ha elegido y me ha aceptado como suya. Por eso sí soy especial, porque soy la esclava de mi Amo, propiedad de mi Dueño. Shakti es su obra, yo soy su obra. Todo lo que yo he hecho, ya lo han hecho antes y después de mí, habrá quien lo vuelva a hacer, por lo que no tiene nada de extraordinario para nadie, excepto para mí, porque todo ha sido con mi Amo, guiada por Él. Ha sido y sigue siendo mi faro. La luz que me guía en este camino que realmente no he hecho más que comenzar. Tropiezo, me caigo, me levanto y ahí sigue, mostrando con su claridad hacia dónde me he de dirigir.

Ser Su esclava no es un final, es un principio. El principio de una nueva etapa, en la que he de esforzarme aún más y en la que he de trabajar mucho más concienzudamente. No significa nada, porque en cualquier momento mi Dueño puede repudiarme y ya sí que no habría vuelta atrás. Pero estoy convencida de que eso no va a pasar, no porque no sea posible, sino porque yo no voy a dar lugar a ello. Ahora soy quien realmente quiero ser. He encontrado mi razón de ser, estoy empezando a comprenderme a mí misma y a entender muchas cosas que estaban encerradas en mi interior, bajo siete llaves en forma de tabúes.

Este nuevo estatus por tanto, tal y como he dicho, no significa ninguna seguridad, pero sí una motivación para seguir creciendo, y aprendiendo cómo complacer a mi Amo de todas las maneras posibles. Ahora me siento más que feliz, tranquila y esperanzada. Casi sin darme cuenta he llegado a un estado de paz, de equilibrio que me ha dado una nueva perspectiva de las cosas, y también una forma diferente de afrontar la vida, los retos cotidianos tanto profesionales, como personales. Ahora todo es diferente, porque ya desde el primer post lo decía, aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia, y esa es la verdad, todo ha cambiado, porque yo lo he hecho. Un cambio profundo que ha ido desde dentro hacia afuera y que se ha trasladado a todos los aspectos de mi vida.

Además en este momento, aquí y ahora, tengo que reconocer que estoy muy ilusionada y excitada porque mi Amo va a visitarme en breve, y después de nuestro último encuentro que fue tan especial, ardo en deseos de que mi Amo disfrute de mí como mejor le plazca y de tener al fin la recompensa de su leche dentro de mí, de que desvirgue esa entrada a mi cuerpo que nadie ha explorado aún y que guardo celosamente para Él, para que mi Dueño la abra y la goce. Quiero sentir sus manos en mi culo acariciándolo después de haberlo azotado, y todo ello que ocurra sintiendo su mirada en mi interior. Y es que ahora sé lo que significa en toda su magnitud que "sólo existe Él". Poder mirarlo fijamente a los ojos en esos momentos de dolor y de placer, que no sólo me de permiso, sino que me lo exija, es algo que hace que me estremezca con sólo recordarlo. Mi Amo es simplemente mi Todo, y con él y a través de Él es como mi vida cobra sentido. Quien vive una situación similar es la única persona que puede entender lo que digo, para el resto pareceré una loca en proceso de alucinación, pero yo hablo desde la realidad de lo que estoy viviendo, no hay en mis palabras ni un ápice de teoría. Todo está escurriéndome en primera persona y lo cuento tal cual me está sucediendo.

Como siempre mi Amo, gracias por haberte apiadado de la que hoy es tu esclava, pero que antes de ti, sólo era una sombra que vagaba por el mundo, sin alma, sin pasión, sin vida. Te espero.

Tu Shakti

domingo, 1 de noviembre de 2015

Eres mi esclava

Mi intención, era haber contado el último día, cómo había sido mi prueba de silencio y cómo había resultado, y sobre todo, antes de volver a saber de mi Amo, explicar mis emociones, mis sensaciones y mis sentimientos, pero a veces no eres dueño de tu tiempo, ni de tus posibilidades y hay circunstancias externas que te impiden hacer todo lo que quieres, y cuando quieres, en este caso, además, porque mi Amo me habló el mismo décimo quinto día por la mañana, cuando yo pensaba que sería al siguiente cuando se pondría en contacto conmigo, lo que me pilló muy de sorpresa.

Estos al final catorce días, dos semanas sin hablar con mi Amo, sin poder enviarle mensajes, sin nada, han sido muy duros, no podría decir otra cosa, pero a la vez me han dado mucha satisfacción, porque cada día que pasaba y hacía las cosas como mi Dueño quería, sabiendo que lo único que me estaba permitido era enviar correos de temas importantes y por supuesto el resumen diario tanto de las actividades realizadas, como también de las emociones sentidas y de las percepciones que cada día iba teniendo, cada día me acercaba más a mi Dueño

Estos días me han servido para madurar, para crecer en mi condición de sierva de mi Amo, y para tener claro que mi condición de esclava de mi Dueño, no es cuestión de necesidad o no, es un planteamiento vital, es lo que quiero ser, es como quiero vivir. Por supuesto que si mi Amo me dejara lo pasaría mal, pero también es igual de cierto que no moriría. Literariamente queda muy intenso eso de decir me muero si me dejas, Señor. Pero esto no es una novela, ni una película, esto es simplemente mi vida, la vida de Shakti, que quiere vivirla, que quiero vivirla siendo propiedad de mi Dueño, porque sólo así me siento plena, porque sólo así soy yo de verdad.

Por surte o por desgracia, estas dos semanas de incomunicación han sido especialmente complicadas en mi vida personal y familiar, y he tenido que tomar decisiones muy importantes y trascendentales. Y para tomarlas, para decidir, no he contado con mi Amo, porque no podía hablar con él, pero sí con sus enseñanzas. Los duros momentos que he vivido, me han servido para darme cuenta de todo lo que había crecido en estos meses gracias a las enseñanzas de mi Señor, y de cómo había madurado y me había convertido en una persona mucho más fuerte, mucho más segura, mucho más tranquila. Es increíble todo lo que he crecido como persona gracias a todo lo que mi Amo me ha ido enseñando. Quienes me leéis, quiénes habéis compartido este camino conmigo, sabéis que ha sido muy duro, que he sufrido hasta el límite, y que mi alma ha estado desgarrada, pero también, que nunca he cejado en mi empeño. En estos días, por esos motivos externos y a la vez extremos que se han cruzado en mi existencia, he podido ser consciente de golpe de toda la nueva realidad en la que me muevo. Ahora soy Shakti en toda su esencia, en toda su potencia, en todo su acto. De pronto todo ha cobrado sentido y además ha adquirido su necesaria importancia. Como mi Amo dice, de pronto se ha cerrado un círculo y lo que en otro momento pudo ser incomprensible, ahora se ha convertido en pura luz.

Este período de incomunicación me ha servido también para enfrentarme a mí misma, a mis miedos, a mis complejos, a mis todo. Siempre, durante todo este tiempo, sólo ha habido una realidad en mi proceder, pensar en las enseñanzas de mi Amo y en cómo quiere que haga las cosas, o que las sienta. Y así han ido pasando los días. Cada noche enviaba mi correo a mi Señor, explicándole todo. Cada noche suponía un día más y un día menos. Cada noche celebraba una pequeña victoria, porque sentía que me acercaba cada vez más a mi Amo, pero a la vez, tenía cierto miedo a no estar haciéndolo bien, porque sabía que si fallaba no habría una nueva oportunidad, mis bonus se habían acabado ya, y la hora del “alia jacta est” se acercaba. 

Pero el martes, día 27 de octubre, mientras estaba en una reunión de trabajo, oí ese ruidito en el móvil, tan característico del sistema de mensajería con el que me comunico sólo con mi Amo, y que ya estaba empezando a olvidar. Mi corazón dio un vuelco, sólo quería poder agarrar el móvil y ver qué me ponía. A la vez estaba emocionada, asustada, excitada, impaciente. Muchas emociones se agolpaban tras ese simbolito y por fin abrí la aplicación y allí aparecieron los mensajes:
-Buenos días.
-Ya has pasado el periodo de prueba y lo has superado.
- Bien por ti.

Las piernas me temblaron. La respiración se me entrecortó. De pronto me sentí feliz, plena, emocionada, excitada. Mi Amo me decía que lo había hecho, que lo había conseguido. Una sonrisa me iluminó el rostro y al estar en público tuve que disimular con alguna estúpida excusa. Le di las gracias a mi Amo y entonces me dijo, me escribió las palabras que llevaba meses queriendo leer, oir, ver… Eres mi esclava, soy tu Amo.

A partir de ahora hemos cerrado una etapa y comenzamos otra que mi Dueño ya me ha advertido que será más dura, pero no me importa, estoy preparada para todo porque es lo que quiero, es lo que soy, es mi elección es mi vida. Ahora soy totalmente yo, plena. Mi Amo quiere ser mi Dueño.
Empiezan nuevos retos, nuevos aprendizajes, nuevo de todo. Estoy emocionada, expectante, y deseosa de complacer a mi Amo en todo lo que pueda y de todas las formas en las que quiera. Mi Dueño puede hacer conmigo lo que quiera, porque confío ciegamente en él, porque sé que vela por mí, y que jamás me va a pedir algo que yo no pueda hacer. Por todo ello, y como siempre, Gracias mi Amo.

Tu esclava Shakti.