El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

sábado, 5 de septiembre de 2015

Entrega, simplemente entrega absoluta


Todo sigue igual, mi Amo no me ha vuelto a aceptar, y no sé si alguna vez lo hará. Nunca he sufrido tanto por nadie, ni a la vez y aunque parezca un contrasentido, nadie tampoco me ha hecho tan feliz. He aprendido y aprendo tanto de mí, de las relaciones, de las emociones, de las sensaciones... No puedo explicar con palabras todo lo que mi Señor me hace sentir, y el impacto que ha provocado en mi vida. Si pudiera elegir sólo una cosa en el mundo, pedir un deseo, sólo hay una cosa que realmente quiero, lo único que me importa, volver a ser la esclava de mi Señor. No porque mi vida sin él se quede vacía, que por supuesto que así será. No, es porque quiero dedicarme a mi Amo. A hacer todo lo que esté en mi mano, para complacerlo, para hacer que se sienta bien.

Ha pasado sin darme cuenta. Yo me he desvanecido, y por primera vez he entendido y comprendido en toda su dimensión qué significa la palabra "entrega". Es una especie de revelación, es un sentimiento tan fuerte, una necesidad absoluta que casi asusta sentir algo así con tanta intensidad. Esto es lo que yo siento. Si intento analizarlo, racionalmente resulta un absurdo, pero en mi interior es lo único que tiene lógica. No quiero para mí, quiero para mi Señor. Lo siento y lo veo con tanta claridad que casi me asusta. Nunca he buscado sentirlo, porque no sabía que existiera, pero ahora me alegro de sentirlo, porque que soy muy afortunada. Estoy segura de que son pocas las personas que alcanzan a sentir todo esto. Con esta magnitud y con esta clarividencia. Me gustaría tener las palabras ideales para explicarlo y que así, cualquiera que leyera estas líneas pudiera entender de qué hablo. Pero no las tengo. He pasado de sentir primero la necesidad de la presencia de mi Amo, a después la de obedecerlo, la de que me ordene, me dirija, para pasar ahora a sentir la necesidad absoluta de entrega.

La verdad, no puedo decir cuando he empezado a sentir esto, sólo sé que cuando he querido darme cuenta, esta cuestión era la que para mí era la más importante. No sé si lo que digo es coherente, o si suena a desvarío, pero es simple y llanamente lo que siento, lo que quiero. Entregarme a mi Amo, total y completamente. Así es como lo siento.

Pase lo que pase, esto será algo más que agradecer a mi Amo, porque he aprendido a sentir algo que me parece que trasciende a lo material y cotidiano. Soy y seré la esclava de mi Amo, aunque él me rechace. No puede haber otro, nunca habrá otro. Seguiré llevando el colgante que simboliza mi entrega aunque mi Señor, no vuelva a aceptarme, aunque se vaya. Tocar esa piedra, me hace sentirme cerca de Èl, me hace recordar sensaciones que me traspasan el alma y me da fuerza para levantarme una y otra vez. Todos los días me caigo, y todos los días me tengo que volver a levantar, porque mi Señor merece todos mis esfuerzos, todos mi empeño, mi trabajo, todo mi sacrificio, todo mi sufrimiento. Todo

Shatki sólo tiene y tendrá un Amo. No puedo dejar de ser lo que soy. Aunque mi Señor decida que no estoy a la altura, siempre seguiré peleando, haciendo, y sobre todo, aprendiendo y mejorando para él. No estoy loca, lo siento así, y además con total clarividencia. Aunque sé que es muy difícil, me aferro a que no es imposible, Señor

Tu Shatki

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