El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

jueves, 21 de mayo de 2015

La nueva etapa, mi Amo



Hace diez días que mi Amo me aceptó "formalmente" como su esclava. Para mí fue un momento de emoción. Me siento muy feliz y muy orgullosa con el colgante en mi cuello que me dijo que llevara como muestra de mi pertenencia a él. La verdad es que me gusta que la gente que no sabe qué significa (eso creo que no tienen ni la menor idea) me haga comentarios acerca de lo bonito que es, o de lo sexi que resulta. Estos comentarios provocan una sonrisa en mi rostro, pero sobre todo una agradable sensación de vértigo en mi estómago.

Sé que se ha abierto una nueva etapa, que aún no sé muy bien diferenciar de la anterior. Mi Amo me ha dicho que ya iré viendo poco a poco las diferencias. Así que simplemente seguiré obedeciéndolo lo mejor que pueda o sepa, intentando agradarlo en todo lo que pueda e intentando darle algo de lo mucho que él me ha dado y me está dando. Aunque sé que sigo a prueba, soy consciente. Desde que mi Señor se enfadó conmigo, y pese a esta nueva oportunidad y a este nuevo comienzo no puedo evitar el sentirme insegura, con la sensación de que se va a terminar en cualquier momento. Sigo sin haber tenido ninguna sesión con mi Amo, sin haber tenido ningún tipo de sexo real con él, y a veces siento que nunca pasará. Si tuviera que definir con pocas palabras cómo me estoy sintiendo, serían sin lugar a dudas, insegura, preocupada, temerosa...

Tal vez podría parecer que ahora me sintiera más segura, sería lo lógico, pero es todo lo contrario. Me siento absolutamente insegura. Tengo un miedo horrible a equivocarme. A hacer las cosas mal. A ser yo la que sin quererlo lo estropee todo. Conscientemente no me va a pasar, pero lo he dicho muchas veces, en ocasiones, cuánto mejor quieres hacer las cosas, peor te salen. Mis oportunidades se agotan. Mi Amo está harto de mi. Cansado de mis errores. Creo que se queda sin paciencia y aunque mi intención es que se sienta agradado, la verdad es que con todo el dolor de mi corazón, no lo consigo.

Tengo mucho miedo, me siento andando por el filo de un precipicio, me siento como un equilibrista, sin red. Mi Amo se aleja. Se cansa. Y yo en mi desesperación, cuánto mejor intento hacer algo, peor es el resultado. Pese a todo sigo intentándolo. Sigo haciendo. Sigo obedeciendo. Aunque la verdad es que hay momentos en los que me hundo. En los que creo que no soy suficiente para mi Amo, que nunca voy a ser capaz de darle nada. Que no voy ni tan siquiera a poder devolverle al menos, una parte de lo que me da.

Esta relación me está haciendo muy fuerte con respecto al resto del mundo, pero estoy sufriendo como nunca en mi vida. La fuerza que está saliendo de mi interior, gracias a mi Obediencia, a mi sumisión, es enorme. No sólo me doy cuenta yo, la gente que hay a mi alrededor, también lo nota. Pero a la vez, me siento rota por dentro. En este momento estoy castigada. Mi Amo no me habla prácticamente nada. No sé si volverá a hacerlo como antes, ni sé cuándo... El dolor que siento en estos momentos me llega hasta lo más adentro, y además, no se quita. Necesito a mi Amo. Necesito su voz, sus órdenes, su todo... y además me muero por volver a verlo. Sé que lo que yo siento no es lo importante. Lo importante de verdad es mi Amo, mi Señor, que él se sienta bien, aunque en este momento, me temo que al menos por mi, no se siente bien. Me gustaría saber qué hacer para mejorar la situación. Como no lo sé, simplemente me limito a mantener mis rutinas, las que mi Amo me ha enseñado. Y a esperar, desde la mayor humildad, que se acuerde de mí.

Shatki

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