No es fácil, pero es.

Quiero hacer sólo una reflexión, para nada es una queja o una reivindicación. Hay días que son más difíciles que otros. A veces la soledad se lleva mejor que otras. Calor, cambio de estación, y la alegría, real o fingida que se vive en el entorno... imagino que terminan afectando. Me paro a pensar en qué es lo que realmente quiero. No puedo evitar que la idea de matrix me venga a la cabeza. ¿Qué prefiero, esa felicidad, para mí falsa en la mayoría de los casos, basada en los convencionalismos? ¿O prefiero el camino de la verdad, de sentir en las tripas, asumiendo la soledad que en muchos casos supone?

Antes no conocía, sólo sabía que sentía un desasosiego que no entendía y que no se calmaba de ninguna manera. Esa terrible sensación de vacío me consumía, se me agarró a las entrañas y me hizo buscar en mucho sitios equivocados, errar una y otra vez, para tras cada nuevo fracaso sentirme aún más vacía, más extraña, más diferente.

Prácticamente cuando ya me había dejado ir, cuando ya había desistido... encontré mi Luz, mi Faro... bueno yo no lo encontré, lo cierto es que fui encontrada, para ser salvada. Inicié un camino difícil. La obediencia no es fácil... para nada. He tenido que vencerme a mí misma en muchos sentidos. Aprender a confiar, a creer... ganar cada día la batalla a mi ego que no deja de querer machacarme, y a mi genio y altanería, a la que controlo como puedo... 42 meses de aprendizaje continuo, que sigue cada día...

Ahora me conozco mejor, y sobre todo sé lo que quiero y a quien quiero. Lo que necesito y de lo que puedo prescindir y todo pasa por ti mi Amo. Todo mi mundo eres tú. Que hay momentos en los que me siento terriblemente sola... más sola de lo que nunca creí que pudiera sentirse nadie... sí es cierto. Pero también es cierto que sólo me siento en calma estando junto a ti. No he sabido lo que es la plenitud hasta que no me he entregado a ti, y hasta que no te he dado mi voluntad.

Sé lo que soy. Entiendo lo que soy. Y mi verdad es que no hay marcha atrás. Ahora que conozco, ya no me sirve otra cosa, ya no puedo querer otra cosa que no sea seguir siendo tu humilde esclava. Ni la mejor, ni la peor... sólo tuya. Me gustaría poder darte tanto, todo lo que tú quieres, ser lo que tú deseas... tú sabes lo que soy, quién soy, cómo soy... y también sabes que tú eres todo lo que yo necesito, quiero y deseo...

Mi soledad es mi elección. Porque sé lo que quiero. Jamás me has dicho que esté sola, aunque yo lo he elegido, porque lo prefiero antes que sentirme asfixiada rodeada de gente, estando como no quiero, y con quien no quiero. Así que por muy duro que en algunos momentos sea, todo merece la pena, porque mi camino es y serás tú.

Tu Shakti