Úsame mi Amo

Cuánto tiempo y cuántas cosas. Parece mentira, pero aquí estamos, aquí seguimos, con una relación que entiendo que es atípicamente diferente hasta para el mundo del BDSM, porque tú eres diferente, tú eres único, por muchas cosas, mi Amo. 

Aunque cierto es que hay algo que sí que pertenece inequívocamente, que no cambia, y es que yo soy tuya, tú eres mi Amo y Señor, aunque con un significado que trasciende la connotación sexual. Va mucho más allá, mi entrega es absoluta y a tiempo completo, pese a mis meteduras de pata, a mis momentos aciagos, lo es mi Amo, sin reservas, sin peros, sin nada.

Hoy quiero hablar de la fuerza que me das, del poder que me trasmites. Estoy revolucionando mi mundo, cambiando las propias estructuras, y todo gracias a esa fuerza que recibo de ti, y que se conforma en pasión por la vida. Me has enseñado que hay otro mundo, que puedo hacer otras cosas, que debo buscar mi felicidad y sobre todo y ante todo, que tengo que ser yo misma. No tengo porqué buscar la aprobación de los demás, sino que tengo que encontrarme a mí misma.

Hemos pasado mucho, y hemos podido vivir poco, pese a todo, hemos conseguido superar mil baches. Y ahora que las aguas de mi vida son menos turbulentas necesito más mi Amo. Quiero aprender, tienes mucho que enseñarme, y humildemente me dirijo a ti para pedirte que me sigas mostrando. Tengo una vida que recuperar. Quiero aprovechar todos los momentos que sean posibles contigo. Quiero que juegues conmigo, con mi cuerpo. Bueno, no soy quien para querer, pero sí que te lo pido... Deseo que me toques, sentir ese nivel de excitación mayúsculo que hace que crea que voy literalmente explotar. Necesito que hagas que me corra como una perra... y que recuerde de esta manera lo viva que estoy, y lo mucho que me gusta. Mi Amo eres tú, sólo tú... lo he dicho muchas veces, pero no es decirlo, es sentirlo, es vivirlo. Quiero seguir aprendiendo, creciendo y sobre todo mejorando para ti.