Llevamos muchas horas habladas... muchísimas... más de 39 meses dan para mucho... me pongo a pensar y me doy cuenta de que nunca he hablado tanto con nadie, tanto de conversaciones reales, no de simple cháchara, de hecho me parece que nunca ha habido entre nosotros verborrea vacía... soy afortunada porque apareciste para salvarme, para darme una vida, pero sobre todo para enseñarme a vivirla y para darme esa fuerza necesaria para hacerlo.
Mil veces he dicho eres mi vida, pero es que es real. Resulta tan ñoño, tan vainilla, cuando se dice o cuando se escribe, pero no lo es. No lo es porque me sale de las tripas, porque me sale del mismísimo coño, porque es lo que me dice mi cabeza, es lo que sabe mi razón. Tú y sólo tú.
Me has hecho fuerte, una roca. Me has hecho valiente, y me has convertido en una guerrera que sale cada mañana a comerse el mundo subida en sus tacones y esgrimiendo sus armas como tú me has enseñado a hacerlo. Mi Maestro, Mi Señor, Mi Amo, Mi Dueño, Mi Vida... Soy tu obra, y me siento orgullosa de serlo, y lucho cada día por ser la mejor versión de mí misma, por mí, pero sobre todo por ti. Quiero que estés orgulloso de tu obra.
Venimos de atravesar los infiernos. Hemos bailado con la oscuridad, con la miseria, con la traición, con lo difícil, y hemos salido, hemos sobrevivido y ahora somos fuertes, podemos con todo. Ahora mi Amo, llega nuestro momento. Y hablo en plural porque tiene que ser el tuyo y el mío, porque sin ti, simplemente no quiero.
No es que no pueda vivir sin ti, no, porque me has hecho fuerte, dura, autosuficiente... pero la verdad es que no quiero sin ti. De eso se trata, sólo de eso, que sea contigo. Yo no soy nada, ni nadie, yo no decido, decides tú, pero mi Amo, quiero ver ese mundo que tú me has mostrado que existe, pero quiero hacerlo contigo, vivirlo contigo.
Conozco mi sitio, sé perfectamente lo que soy, pero también lo que quiero. Tú me has enseñado a pelear por lo que quiero, a dejarme la piel por conseguirlo, y lo único que yo quiero eres tú. Tu presencia, tus manos, tu lengua, tu piel... tu todo, simplemente te necesito, porque así lo siento.
Tú me encontraste, tú me salvaste, tú me elegiste... ahora sólo espero que quieras seguir conmigo en este camino, que tiene sentido, sólo contigo.
Tu Shakti, tu Lunares.
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