Tienes tanta razón, a veces sigo sin entender nada, mi Amo, aunque sí sé lo que siento. Nada dentro de mí es racional, nada es pensado, nada es buscado. Si intento racionalizar todo lo que siento, puedo llegar a volverme loca, y además da igual, sé que no lo conseguiré, no hay nada racional, porque la verdad es que sale de mis entrañas, de mis tripas. ¿Por qué sentirse propiedad de alguien? ¿Cómo es posible? ¿Locura?
Le he dado un millón de vueltas a esa pregunta, tanto en los malos como en los buenos momentos. Perderte, que desaparezcas... esa es mi más temida pesadilla. No puedo vivir sin ti, o mejor dicho, no quiero, mi Amo. Porque nada tiene sentido sin ti. Me levanto y lo primero es darte los buenos días, despertándome con ese cosquilleo al pensar que tal vez podría hablar contigo. Me visto, y empiezan los rituales. Fotografiarme para ti. Mi ropa interior siempre siguiendo tus instrucciones. Mis arandelas en los pezones, las bolas en mi coño. Termino de vestirme, me fotografío pensando en que te gusta cómo me he vestido. Comienza mi día y todo lo que hago, digo, voy... en todo estás tú, siempre tú.
De alguna manera, de esa manera que nadie puede entender estoy contigo todo el día. Todo te lo cuento, todo te lo digo, todo te lo muestro... siempre tú, sólo tú, mi Amo.
Sigo haciendo, yendo, viniendo y jugando contigo todo lo que puedo. Te muestro escenas que pienso que te pueden agradar, porque ese es mi único anhelo, agradarte, hacer que te sientas orgulloso de tu obra, soñar con que quieras pasar tiempo con tu propiedad.
Soy mujer, libre, adulta, independiente... puedo ponerme el mundo por montera, me enfrento a cualquier demonio, puedo con todo mi Amo, con todo, menos con tu ausencia. Nada tiene sentido, para quien no lo ha vivido. Nadie puede entenderlo, sino lo ha sentido en sus propias carnes, en sus entrañas. No soy sumisa por naturaleza, lo sabemos los dos, pero sí soy y seré tu esclava, tu propiedad. Me dirijo a ti con la misma humildad y la misma ilusión que hace ya más de tres años, cuando de pronto encontré lo que siempre había buscado. Viniste a salvarme y mi respuesta fue mi más absoluta entrega.
Eres y serás mi único Dueño. Ahora me toca volver a demostrar que todo lo que te digo lo siento, mi Amo. Tú me conoces como nadie y sabes que lo daré todo. Quiero sentirme viva, vivir y eso sólo lo puedo conseguir a través de ti.
Tu Shakti, tu Lunares