El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

martes, 29 de diciembre de 2015

La esclava que se equivocaba

Ayer escribía esto para mi Amo. Lo hacía como siempre ilusionada y esperanzada con conseguir cumplir sus deseos. Realmente convencida de que lo iba a hacer. Hoy una vez más, mi Amo me ha enfrentado con mi incompetencia. Lo que para mí era muy complicado, o no sabía, para alguien ha sido posible, y sí lo ha hecho. 

Te he dicho mi Amo todo lo que siento, todo lo que anhelo y que estoy dispuesta a todo, porque complacerte es mi mayor deseo. Mi obediencia yo la creo absoluta, aunque parece que ni tan siquiera he sido capaz de demostrarte lo que siento desde lo más profundo de mi ser. Sé que sólo hay una cosa que pueda hacer, y es una vez más, que hablen los hechos, pero está claro que si no quieres, no quieres, mi Amo. 

Esto fue lo que escribí desde lo más profundo de mi sentir. Ahora lo leo y lo veo ridículo, pero es lo que siento por ti, mi Amo. Sólo espero que no te moleste, porque jamás sería esa mi intención. Ya no pasará, pero eso no significa que no sea lo que más deseo, aunque por supuesto, no se trata de mí, nunca se ha tratado de mí, siempre has sido tú. Hoy me has dicho que nunca has estado... no hay dolor mayor que ese. Ahora ya puedo soportar cualquiera. 

Es absurdo, repito, pero como lo escribí con la sinceridad y con la verdad, aquí lo dejo mi Amo. Te deseo. Quiero que me folles. Que tomes todos mis agujeros porque te pertenecen, y porque son sólo tuyos, para que decidas disponer de ellos como gustes. Me muero porque desvirgues mi culo que preparo para ti, para que cuando gustes lo tomes y lo disfrutes, porque para eso es tu posesión, mi Amo.

Quiero sentir el azote del cuero de tu cinturón cruzando mis cachetes, mi espalda, mis muslos, porque detrás llegará lo que más anhelo, tus caricias y tu consuelo. Tu mano secando mis lágrimas, calmando el ardor de mi culo. Tus dedos entrando en mi coño, jugando con mi clítoris, masturbándome sin piedad, y haciendo que me corra ahogando mis gritos con mi propia mano.

Deseo sentir tus dedos cómo se clavan en mi cuello para perder el sentido bajo tu severa mirada, cogiéndome en el último instante para elevarme al placer más supremo.

Quiero poder lamer todo tu cuerpo mi Amo. Deshacer tus pezones con mi lengua, mientras me premias además con el regalo de poder acariciarte, de bajar con mis manos y mi lengua hasta llegar a tu polla. Parar el tiempo lamiendo tus huevos, chupando y succionando tu pene, mientras siento como crece y se endurece en mi boca al ritmo de mi lengua. Mi Amo que maravilla poder tragarme toda tu leche. Ese tesoro que una vez me diste y que sueño con volver a tener. Sabes que tu leche es la única que he bebido y la única que beberé. Me recreo recordando su sabor, y sobre todo la sensación de plenitud por saber que estaba dando placer a mi Amo, el suficiente para premiarme con tu corrida.

Mi Amo quiero arrodillarme a tus pies. Seguirte a cuatro patas, que me pasees con mi collar de perra, porque eso soy, tu perra. Quiero poder acurrucarme a tus pies después que me hayas usado hasta la extenuación, y sentir cómo me das consuelo mientras acaricias mi cabeza y juegas con mi pelo.

Soy tu esclava, soy tu propiedad, y mi vida sólo tiene sentido complaciéndote. Mi placer sólo puede existir a través del tuyo. Mi fortuna fue el que me encontraras, cuando más perdida estaba. Mi suerte que me eligieras y me aceptaras. Y mi auténtica plenitud es que me hayas permitido seguir pese a todo lo que hemos pasado. A mis múltiples meteduras de pata, a mis incumplimientos, a mis miedos. Pese a todo me has dejado que siga en este camino que me estás mostrando y por el que me estás guiando. Miraste en mi interior y descubriste algo que yo ni siquiera sabía que existía mi Amo. Gracias por todo, gracias por tanto.

Mi Amo, no sabría cómo explicarte el nivel de asunción de mi ansia de sumisión hacia ti. Son sensaciones que me superan y me desbordan. Eres mi vida, mi Amo. Espero demostrarlo día a día con mis acciones, porque ya sé que las palabras sin hechos no significan nada. Espero hacer todo lo que debo y poder verte muy pronto, mi Amo, y poder volver a disfrutar de tu poder sobre mí, y volver a sentirme a través de ti, la mujer más viva del mundo. Gracias mi Amo.

Siempre tuya, sólo tuya, Shakti

viernes, 25 de diciembre de 2015

Elegir ser esclava

Parece una locura, lo sé. Son cosas que sólo puede entender quien lo sienta. Hace un año, por estas fechas, si alguien me hubiera hablando de todo lo que iba a vivir en 2015, le habría dicho que estaba mal de la cabeza. ¿Sumisión? ¿ser esclava de alguien? ¿obtener placer a través del dolor? ¿BDSM? Jajajajajaja, cuéntame otra de vaqueros.

Realmente me habría reído y le hubiera dicho que era más fácil que las ranas tuvieran trenzas rubias, o que el mar se congelara. Yo jamás había sabido obedecer. Era la mujer más altiva, más cabezona, más irreverente del mundo. La típica persona que no soporta que nadie le diga lo que tiene que hacer, y si a algún iluso o ilusa se le ocurriera hacerlo, por supuesto que hacía todo lo contrario. Sí esa era yo, antes de ser Shakti, antes de haber encontrado mi verdadera razón de ser, antes de descubrirme a mí misma.

Jamás había sentido ni el más mínimo deseo o necesidad de obedecer. En mi naturaleza no había ni una pizca de sumisión. De hecho, siempre he sido justo lo contrario. Cuando leo lo que cuentan sumisas y sumisos, de esa necesidad que siempre habían sentido, realmente no me identifico para nada. No sentía ningún tipo de placer con el dolor, ni con la humillación, ni con nada... Sólo había una cosa que sí era real, y es que siempre había querido algo más, en mi vida, en mis relaciones, en mis emociones, en mis sensaciones. No sabía ponerle nombre, pero sí es cierto que me he pasado la vida, teniendo la sensación de correr en círculos, buscando el grial del sentir, pero sin tener ni la menor idea de lo que era, o de dónde estaba. Hasta que de pronto apareciste tú, mi Amo. Empezaste a hablarme, a conocerme, a orientarme... y sin darme cuenta inicié un camino nuevo contigo. Encontré el sentido de mi existencia gracias a ti, a tu paciencia y a tu dedicación a mi persona. 

No ha sido fácil. He tenido que pelear contra mi razón porque no podía llegar a comprender cómo era posible poner mi vida, mi seguridad, mi todo, en manos de otra persona, pero siempre, a pesar de las dificultades, de los tropezones, de los errores, de las lágrimas, de los retos, de todo, siempre he sabido, desde que apareciste, mi Amo, que tú eras mi destino. En este año, las lágrimas, el dolor, la desesperación, el miedo, los fracasos, han superado a la alegría, a la felicidad, a lo bonito, pero nunca he dudado de que ser tuya era lo que realmente quería. He tropezado mil veces, me he caído, te has enfadado, me has repudiado, me has apartado de tu lado, pero siempre he seguido y seguiré intentándolo. Sí mi Amo, porque al fin dejé de correr en círculo en busca de lo desconocido. Ahora voy paso a paso, poco a poco, a veces lo sé, mucho más despacio de lo que tú querrías, pero siempre intentando dar pasos firmes, y seguir de tu mano, andando y conociendo este camino, que tuve la gran suerte de que tuvieses a bien enseñarme y que me dejaras caminar siguiéndote.

Mi Amo, el otro día leía a una sumisa que decía que amaba a su Dueño. Por supuesto no se refería a "rollo romántico". La entiendo perfectamente, y comparto su sentir. Nunca pensé que entregarme a alguien se convertiría en lo que diera sentido al resto de mi existencia. Conseguir complacerte fuera lo más importante de mi vida. Superar tus retos, lo que me hiciera moverme. Qué pequeño resulta ese sentimiento vainilla del amor, cuando se compara mi Amo con todo esto de lo que yo estoy hablando. El valor que hay que tener para entregarse por completo a otra persona, y el grado de confianza para poner tu existencia y tu propia seguridad en sus manos, trasciende lo comprensible y lo entendible para alguien que no viva esta realidad. 

Sé que la gente razonable me llamaría loca, al igual que a muchos y muchas de quiénes podáis acercaos a compartir lo que os cuento, pero yo hoy reivindico mi elección. Mi Amo, soy tu esclava, no porque lo necesite, soy tu esclava porque es lo que quiero, porque es lo que he elegido, porque es lo que he decidido, porque es lo que soy, y porque es la vida que quiero vivir. Por supuesto, mi Amo, siempre que tú quieras seguir siendo mi Dueño, porque ambos sabemos que no habrá más amos para mí, no habrá otros dueños. Mi elección no es ser sumisa, mi elección no es ser esclava, mi elección es ser sólo TUYA. Obedecerte, respetarte, cumplir tus deseos, conseguir complacerte, eso es lo que quiero para mi vida. El día que te das cuenta de que tu goce está precisamente en hacer que otra persona esté complacida, ese día es cuando tomas conciencia de cuál es tu realidad. 

Mi Amo, sin darme apenas cuenta, encontré mi esencia, y sí, lo grito al mundo, soy tu esclava porque es lo quiero ser, porque es lo que elijo, porque es lo que da sentido a mi vida. Y una vez más, sólo puedo decirte gracias, gracias por liberar a Shakti, y hacer que saliera al mundo, que se manifestara y sobre todo que viviera, con sus miserias, con sus mezquindades, pero también con sus grandezas. 

Soy Shakti, y soy la esclava de mi Amo, porque me da la gana, y porque tuve la gran suerte de encontrarlo y sobre todo, de que me eligiera y que haya tenido la suficiente paciencia conmigo. 

Siempre tuya, mi Amo, tu Shakti

sábado, 19 de diciembre de 2015

Quiero más mi Amo


Me había dicho que vendría entre el miércoles y el viernes, pero que no me avisaría. Era viernes y eran ya más de las diez de la mañana, así que yo no esperaba verlo. Entre medio triste y medio resignada, me estaba preparando para mi jornada laboral. Por haber estado remoloneando por si Él venía, iba rezagada y estaba un poco agobiada, porque sé lo poco que le gusta que me retrase. Mi lencería era un conjunto trasparente gris azulado, muy sexi, con brillitos (mi Amo quiere que utilice ropa interior trasparente) y por supuesto las medias, nada de pantis. 

Había estado diez minutos poniendo crema en mi cuerpo, a la vez que lo masajeaba, porque es una de las rutinas que mi Amo me ha puesto. Así cada vez que paso mis dedos por cada centímetro de  mi piel, y me recreo en acariciarla, sólo puedo pensar en que desearía con toda mi alma que fuera la mano experta de mi Amo la que recorriera mi cuerpo. Tal vez algún día, si hago las cosas bien, podría suceder. Aunque por otro lado, y siguiendo las enseñanzas de mi Amo, no quiero pensar en ello. Sólo en el ahora, no me puedo angustiar deseando que suceda algo que no depende de mí. Será mi Amo el que decidirá lo que quiere hacer conmigo, si es que quiere hacer algo.

Estaba con mis medias, mis braguitas, mi sujetador, y cuando iba a vestirme oí el timbre. Pensé que sería el cartero, por la hora que era, es a la que suele venir. Me puse un albornoz, por no abrir la puerta de esa guisa. Abrí y casi me caigo de espaldas, allí estaba mi Dueño, con su gesto severo, recordándome que el porche no estaba como debía. Me arrodillé y así me quedé mientras mi Amo miraba y revisaba todo. La valoración no fue del todo buena, mi Amo no estaba muy contento con mi cumplimiento.

Después de informarme de  todo y de recordarme ciertas obligaciones, mi Amo me dejó que lo abrazara. Sentir sus brazos y su cuerpo pegado al mío, y poder de esa manera sentir su fuerza, su protección, es un regalo para mí. Me abrazo a él y me quedaría así, pero evidentemente, no puede ser. Después me pidió que me desnudara, y que me quedara sólo con las medias puestas. Me puso en la cama y sí, me azotó. Su cinturón cruzaba mi culo, y tras cada golpe, esperaba el momento en el que llegara su caricia. Cuando mi piel hierve, sentir la suavidad y el frío de sus manos mientras me acaricia, es una de las cosas que más me gustan y me excitan de este mundo.

Después se desnudó y me ordenó meterme en la cama. Mi Amo se metió conmigo. Estaba emocionada, excitada y a la vez asustada por si hacía algo que no le gustaba. Mi deseo en ese momento era infinito y cuando se subió encima de mí, creí que moría de placer. Sentir su peso sobre mi vientre y mis tetas, mientras su polla entraba al fin en mi coño, me estaba transportando. Sentir una bofetada cuando estaba a punto de correrme y que mi Amo me diera la orden para que lo hiciera en ese momento, me hizo sentir tanto que no pude evitar romper a llorar. Estaba en el momento y en el sitio y con la única persona que la que quería estar. Esa sensación es muy potente y particularmente no la experimento muy a menudo. Es una de las cosas en las que estoy trabajando. Pero en ese momento, sí fui feliz, sí me sentí plena.

Después seguimos follando. Pude mamar su polla despacio y rápido, y comerme sus huevos, hasta que me pidió que parara. Chupar sus pezones, lamer su espalda, sus costados... No puedo explicar todas las sensaciones que estaba sintiendo a la vez. Cuando decidió que ya era suficiente, me ordenó levantarme, lavarme, y vestirme. Después estuvo repasando mis pendientes y recordando las cosas que tenía que hacer y aún no había hecho y dejándome claro todo lo que tengo que hacer y todo lo que tengo conseguir para que vuelva. Mientras se preparaba para irse me ordenó que me pusiera de rodillas, y se fue, cerró la puerta tras de sí. Allí me quedé un rato, arrodillada, en silencio, sintiendo ese vacío y esa oscuridad que se apodera de mí cada vez que mi Amo se va. No puedo evitar temblar ante la idea de que no vuelva a verlo, de que no vuelva a sentirlo. Él se había marchado, no me había dicho adiós, y no me había dejado que me recargara de energía dándole un abrazo....

Cuando cerró la puerta llegaron los miedos. ¿Realmente soy una buena puta? ¿Soy el tipo de zorra que mi Amo quiere? Siempre que estamos juntos no puedo evitar tener esa sensación. Siempre quiero más, porque estar con mi Amo es lo que más deseo en el mundo. Me he vuelto a quedar sin saber lo que es besar a mi Amo... y no lo puedo evitar quiero más. Lo deseo con toda mi Alma. Sé que ahora pasará tiempo antes de que pueda volver a disfrutar de mi Dueño, tendré que esforzarme mucho, pero todo es poco, si la recompensa en Él. Soy su esclava. Shakti quiere que su Dueño la utilice, juegue con ella, la folle por todos sus agujeros. Quiere tener marcas en su cuerpo, quiere sentir las manos de su Amo dándole consuelo y agarrando su cuello hasta que parezca que va a perder el sentido. 

Mi Amo tu visita debería haber calmado mi hambre de ti, pero ha sido como despertar a una fiera que está encerrada en mi interior. Una vez más gracias.

domingo, 13 de diciembre de 2015

La Soledad


Cuánto duele la soledad. Siempre me he sentido muy sola. Durante toda mi vida, pese a estar rodeada de gente, pero la sensación de "no pertenencia" siempre ha estado ahí. Llevo dos días en los que he estado rodeada de mucha gente. Gente con la que comparto cosas, que forman parte de mi vida, gente a la que le tengo mucho apego, incluso cariño, pero esa sensación de soledad, ese frío por dentro, que hace que de alguna manera no puedas estar al cien por cien en un lugar y en un espacio porque sientes que algo te falta, que algo no está bien... esa sensación me ha acompañado.

Desde que mi Amo apareció en mi vida, en enero pasado, esa sensación había conseguido rebajarla en gran medida. Por absurdo que parezca, porque sólo lo he visto físicamente tres veces en mi vida, de alguna manera el saber que estábamos conectados, que estaba "al otro lado", que estaba pendiente de mí, y sobre todo, que me estaba enseñando un mundo nuevo, me estaba descubriendo mi verdadera naturaleza, ayudando a alejar a mis fantasmas, y a enfrentarme a mis miedos, a intentar superar mis fobias. Todo eso hacía, que de alguna extraña manera, siempre tuviera la sensación de que estaba conmigo. Pero ahora, ahora me siento perdida. Él me ha hecho muy fuerte, mi Amo me ha enseñado a enfrentar muchas cosas, a ser mejor en muchos campos... y la verdad es que lo echo de menos. Mucho. 

No quiero parecer una lastimera, porque desde que mi Amo apareció en mi vida, todo ha ido a mejor, todo ha sido mejor. Lo he dicho muchas veces, mi Dueño me ha dado una vida, pero esa vida, se me hace muy cuesta arriba si no está Él. Es mi motor, es mi faro, es mi todo. Soy suya en cuerpo y alma, pero si él no quiere ser nada de eso, yo no puedo hacer nada. Simplemente estar aquí y hacer las cosas como me ha enseñado, intentando ser mejor esclava cada día, viviendo para esperarlo, porque ¿no es eso lo que debe de hacer una esclava? 

Mi Amo es la luz de mi vida. Su voz, me ilumina, me guía, me hace fuerte. Descubrí que no hay mayor alegría que cumplir sus deseos, al igual que no existe mayor frustración que no ser capaz de hacer su voluntad, por no saber, o por no poder, pero nunca por no intentarlo, aunque el resultado es el mismo, no conseguir satisfacerlo. 

Quien me lea estará harto/a de estas tribulaciones. Al fin y al cabo, utilizo esta ventana para gritar todo lo que tengo dentro y no volverme loca, ya que como os pasará a muchos y muchas, estas cosas no se pueden hablar con nadie de nuestro entorno. 

Probablemente pareceré una loca, y una pesada, pero es que no puedo renunciar a lo que más quiero en mi vida. No puedo dejar de intentarlo. No quiero abandonar este camino, pero este camino sólo tiene sentido andándolo con mi Amo, con mi Dueño, con mi Todo. Voy a seguir, voy a seguir y voy a seguir, este es mi mantra. A veces me veo a mi misma como una "loca irracional", porque tal vez soy incapaz de asumir que simplemente mi Amo no quiere saber nada más de mí. Hoy abro una vez más esta ventana como grito de silencio, porque necesito reforzarme a mí misma. 

Shakti es la esclava de su Amo, que existe porque su Amo quiso que existiera, por ello me pregunto ¿tendría sentido que Shakti existiera sin su Amo? Creo que la respuesta es que no. Por ello Shakti, pelea por seguir viva, por seguir aprendiendo y haciendo su camino, ese camino que sólo puede hacer con su Amo. Y Shakti, soy yo. Lo que digo parecen incoherencias absolutas, aunque confío en que haya quién entienda de lo que hablo, porque imagino que habrá quién comparta esta situación, este dolor, esta soledad, esta tribulación, y pueda entender de lo que hablo. 

Soy Shakti y soy la esclava de mi Amo.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Siempre tuya, mi Amo

El martes de la semana pasada me iba a la cama nerviosa, esperando a que amaneciera, a que llegara el día, porque iba al fin iba a poder sentirme plena. Estaba como si fuera una niña que esperara la llegada de Papá Noel o de los Reyes Magos.Me sentía tan feliz, que me daba miedo, porque de alguna manera, pensaba que era imposible que pudiera de verdad volver a estar con mi Amo, y sobre todo, que por fin me poseyera de todas, todas. Me sentía tan cerca de lo que se puede considerar plenitud, que tenía miedo, y parece que ese miedo, al final fue el que ganó. Esperaba haber podido escribir ese post con el que sueño desde hace un año, en el que podría contar cómo había sido todo con mi Amo, cómo me había follado hasta la extenuación, cómo me había hecho sentir dolor y placer. Por contra, hoy vuelvo a asomarme a esta ventana, con lágrimas en el alma, y sin saber si alguna vez volveré a saber algo del que es y será mi Dueño.

La pasada semana, el destino hizo que mi Amo finalmente no pudiera venir, y de alguna manera se propició el desastre. Se desató el kaos, y cuando me sentía la mujer más feliz del mundo, porque al fin iba a ser físicamente de mi Amo, después de casi un año, no pudo ser, y ahora parece que nunca será. Algo saltó después de que tuviera que posponer su visita, algo que no he podido o no he sabido parar. Mi Amo se ha sentido defraudado, decepcionado, y se ha cansado.

El dolor vuelve a adueñarse de mí, un dolor intenso, pero ahora sin desesperación. Mi Amo me ha hecho fuerte, me ha enseñado mucho, me ha dado una vida. Es el norte de mi existencia, y su pérdida me parte el alma, pero hay una cosa que me hace seguir en pie, y es precisamente el convencimiento de estar dejándome la piel para complacerlo, para hacer su voluntad, para conseguir llegar a dónde me pide. Él me ha enseñado a levantarme cuando me caigo y eso es lo que estoy haciendo. Odia las palabras, y sobre todo la palabrería, y por eso no voy a caer en ella. Sólo las obras y las acciones son las que mandan y las que ponen las cosas en su sitio. La realidad está por encima del deseo, y ahí es dónde yo estoy. Mi deseo lo tengo más que claro, y mi Amo estoy segura de que también, pero sino lo sustento en acción, no sirve para nada. Por ello, hago y sigo haciendo, todo tal cual me ha enseñado mi Amo. Me comporto como si siguiera estando a mi lado, porque sigo sigo aquí para él, sigo haciendo las cosas como me ha enseñado, y por supuesto sigo siendo su esclava, siempre lo seré, aunque él ya no quiera ser mi Dueño.

Siento tanto dolor por momentos, que creo que no lo puedo soportar. Mi alma está rota. No he tenido muchas ocasiones para comprobar hasta dónde llega mi límite en cuanto a aguantar el dolor físico, pero en esta noche, azotes, correas, hebillas, pinzas, pellizcos, se me antojan nimiedades ante el dolor intenso que te nace de dentro, que no deja marcas, que no provoca rojeces, ni moratones, pero que desgarra el alma. Aunque una y mil veces lo aceptaría e incluso lo disfrutaría, sabiendo que servía para acercarme a mi Amo.Me siento perdida, y tan sola que el miedo se asustaría al ver mi interior, pero sigo creyendo que es el momento de seguir siendo lo que mi Amo quiere y como Él quiere.

Soy Shakti, su obra, y aquí seguiré para mi Amo. Estoy en el camino hacia Ser, en ese camino que él empezó a mostrarme y que me niego a resignarme con que ya no lo voy a seguir andando. 

Antes de Él, yo no existía. Mi Amo me ha dado una vida y me ha dicho que la aproveche, pero mi forma de vivirla será esperarlo, mientras sigo haciendo y haciendo, siguiendo sus enseñanzas, porque aunque me equivoque, haga las cosas mal, o hierre, ninguna de las cosas que me ha enseñado, explicado, mostrado, ha caído en saco roto.

Mi Amo, aquí estoy y aquí estaré, porque soy tuya, te pertenezco, y como he dicho muchas veces, no es por necesidad, es por elección, es por decisión, es por devoción. Me has enseñado a no rendirme y nunca lo haré, porque mi destino está en ese camino que emprendí de tu mano, mi Amo.

Siempre tuya, Shakti