Desde que mi Amo me volvió a aceptar como su esclava, no he estado con él. Hace casi dos meses que tuvimos nuestro último encuentro, en el que no quiso darme el regalo de su leche, porque aún seguía castigada y no era merecedora de tal recompensa. Por supuesto lo entendí y por supuesto lo acepté, y pese a que no tuve ese regalo, para mí fue un encuentro que me llenó y m
e dio una fuerza para asumir la prueba de silencio que fue lo que vino después. Pasé más tiempo que nunca con Mi Amo, y lo sentí también más cerca. Mi grado de entrega es absoluto, y el sentir esa cercanía aunque fuera apenas un par de horas, compensa cualquier espera. Me dejó abrazarlo, tocarlo, sentirlo, incluso bromeó... dejó sus marcas en mi piel, marcas que yo miraba y hacían que me produjera placer y excitación, que mi entrepierna se mojara, sólo pensando en que Él, mi Dueño, había disfrutado con mi cuerpo, que no es mío, es suyo...
Aún no ha estado dentro de mí, pese a que llevamos juntos casi 11 meses. Me pongo muy nerviosa sólo con pensar que la próxima vez que tenga la suerte de estar con él, va a llenar todos mis agujeros. Espero saber darle el placer que él espera. A veces me da miedo pensar que lo pueda decepcionar sexualmente, porque para mí lo más importante del mundo es el placer y la satisfacción de mi Amo, por encima de cualquier otra cosa. Muchas veces me paro a pensar en qué es lo que pudo ver en mí, y por supuesto en la tremenda suerte que tuve, porque cuando mi Dueño llegó a mi, yo no tenía ni la más remota idea de lo afortunada que era, ni por supuesto de que el sentido de mi existencia estaba entrando en mi vida.
Cuento los días que faltan, aunque la verdad es que no sé cuándo será. Mis meteduras de pata han hecho que aún no haya podido vivir ese momento, que lo anhelo como jamás deseé nada en mi vida.
Durante estos meses he desarrollado muchos sentimientos, emociones y sensaciones que ni siquiera sabía que podían existir. Tal vez pude parecer una locura que en casi un año, mi Amo no me haya follado, o que aún no sepa lo que es besarlo. Pero todo tiene un sentido y un porqué, mi Amo sabe lo que hace y porqué lo hace. Yo siempre fui persona de querer saber el porqué de las cosas, pero hace meses que dejó de importarme. Si mi Amo hace las cosas de una determinada manera es porque así deben de ser. Yo sólo lo obedezco, sin más. Lo único que sé es que es el centro de mi existencia. Me he entregado a él totalmente en cuerpo y en alma, sin ningún tipo de reservas, no por necesidad, sino que por elección, por decisión. Ser su esclava, y todo lo que supone, es lo que le da sentido a mi vida. Comprender estas emociones, estos sentimientos creo que no es posible para aquellas personas que no lo han experimentado en carnes propias. Reconozco que yo no lo habría ni entendido, ni creído sino fuera porque lo estoy viviendo en mis propias carnes, lo estoy sintiendo en lo más profundo de mi ser, y siento no tener las palabras perfectas, las palabras adecuadas que me permitan trasladarlo. Por ello confío en que quiénes estén viviendo esta realidad me van a entender perfectamente.
Soy Shakti, porque mi Amo me ha creado. Soy su obra. Soy su propiedad. Antes de ser Shakti estaba perdida, mi Amo me encontró, se apiadó de mí, y decidió enseñarme a transitar por este camino que no quiero, ni puedo abandonar, y que espero poder seguir andando de la mano, del que es y siempre será mi único Amo.
Tuya por siempre, Shakti.
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