Hoy hace un año, con sus 365 días
que entraste en mi vida, mi Amo. Qué poco tiempo, pero a la vez tanto, que vale por toda una vida. Si pensamos
fríamente un año no supone mucho, pero cuando miro hacia atrás, cuando recuerdo
nuestras primeras conversaciones, cuando me acerco a los primeros post que
Shakti escribió, siento una mezcla de ternura, de orgullo, de nostalgia… pero
sobre todo, mi Amo, de plenitud.
Puede que haya quien crea que
cambiar es imposible, que no se puede hacer que una persona sea totalmente
diferente, piense de otra manera, y sobre todo que pase de la muerte a la vida.
Mi amo el 12 de enero de 2015, te encontraste con una mujer que estaba en un
estado catatónico. Que se había abandonado y que le daba igual vivir, o morir.
Una mujer que había perdido la pasión por la vida –si es que alguna vez la tuvo
realmente-que no creía en nada, ni en nadie. Que se sentía un ser
insignificante, que era incapaz de mirarse a un espejo. Una mujer que odiaba su
cuerpo, que se odiaba así misma por sentirse cobarde, por sentirse poco, por no
ser capaz de salir… Esa era yo mi Amo.
Un año después, hoy, soy Shakti.
Shakti es fuerte, ha recuperado las ganas de vivir, siente pasión por las
cosas. Ha cambiado su cuerpo, ha empezado a cuidarse, a quererse, a mimarse. Ha
perdido todo el pudor por su cuerpo, por disfrutarlo. Ha roto barreras, ha
derrumbado muros, y se ha enfrentado a sus miedos y a sus tabúes.
Por supuesto
que esto es un camino que no ha hecho nada más que empezar, y además avanzar
cada día es más difícil, porque el nivel de exigencia, evidentemente a cada
paso, en cada nivel tiene que ser superior. Te lo he dicho muchas veces y te lo
repito ahora. No he llegado a ningún sitio, sino que es justo ahora cuando
siento que estoy realmente preparada para seguir en este camino, que tú mi Amo,
me estás mostrando. Sé que depende de mí, y de cumplir con mis obligaciones, y
sabes que no dejo de intentarlo, ni de lucharlo. Me caigo y me levanto. Me
equivoco, pido perdón, e intento aprender de mi error y poder seguir hacia
delante. No tiene mérito alguno mi Amo, porque es lo que me estás enseñando y
es lo que estoy viviendo día a día.
No quiero engañar a nadie, ni
engañarme yo, ni nada de nada, porque además porque todo lo he ido escribiendo,
y contando en esta pequeña ventanita desde la que Shakti se comunica con el
mundo. No ha sido fácil, ha sido muy, muy difícil. Rectifico mi Amo, está
siendo, porque esto es un proceso, esto es un continuo, y todavía no soy nadie,
todavía no he conseguido nada.
Cuando te acercas al BDSM y lees historias
excitantes, aventuras apasionantes… se habla de dolor que sólo provoca placer,
se habla de sexo sin ninguna limitación, se habla de disfrutar, de todo lo
bueno… pero es cierto que nada es fácil, o al menos para mí no lo ha sido. Yo
he vivido momentos de dolor, de agobio, de no poder, de no saber, de sentirme impotente e
incapaz. Pero también he vivido momentos de plenitud absoluta, de sentirme más
viva que nunca. Y sobre todo mi Amo, he aprendido mucho.
He aprendido de mí
misma, he aprendido de emociones, de sensaciones, de cambios, del ser humano…
he aprendido mucho y mi Amo, todo ha sido gracias a ti. Nadie mejor que tú
sabes de qué hablo, sólo tú, ni siquiera los más allegados de mi vida son
conscientes de que estaba viva porque lo estaba, no porque hiciera nada para
ello. Sabes cómo era mi situación en todos los sentidos… y ahora, aunque aún
hay mucho por hacer, tengo mucho que cambiar, y muchísimo que aprender, al
menos quiero vivir, y sobre todo, mi Amo, quiero seguir aprendiendo de tu mano.
Hay una fecha emblemática que
está próxima a llegar, y que puede que determine mucho de lo que pueda ser mi
futuro, mi Amo, pero aquí y ahora me vas a permitir que te diga GRACIAS, mi
Amo. Y además también quiero decirte a ti,
y gritarle al mundo de que pase lo que pase, no me arrepiento de nada, ni de un
minuto vivido como tu sierva. El día que me dijiste que me aceptabas como
esclava y me pediste que me pusiera mi collar, siempre será para mí uno de los
más importantes y de los más felices de mi vida. Pocas veces me he sentido más
plena, más llena, más feliz, más yo. Cuando el pasado 12 de enero, me dijiste "yo soy el hombre de tu vida" jamás pude pensar que fuera en serio lo que dijeras. Gracias por la paciencia que has tenido, por haber sido mi Maestro, mi guía, mi faro.
Mi Amo, te irás o no, me dejarás
o no, pero nunca dejaré de ser tu esclava, y siempre agradeceré que me hicieras
el increíble regalo de una vida. No se puede dar más, no se puede recibir más.
Siempre tuya Shakti.
Conmovedora y rica reflexión de una esclava, pocas son las que se atreven a expresarse como tu lo has hecho.
ResponderEliminarMi mas enhorabuena ambos.
Nuestros respetos para tu Amo
Saludos para ti de nuestra parte
Sir Demian & dafne{SDm}
PD: Hemos agregado tu blog al nuestro, bien vale la pena que muchas esclavas/sumisas pasen por tu espacio y lean tan profundos pensamientos.
Muchas gracias por esas palabras. Sólo escribo como mi Amo me enseñó, siempre con la verdad de la experiencia propia y con las palabras que salen desde lo más profundo de mi alma.
ResponderEliminarSaludos para ambos.