Sólo quiero estar a la altura de las expectativas de mi Amo. Sólo quiero hacer las cosas bien y seguir creciendo, seguir aprendiendo, y ser lo que mi Amo espera, lo que quiere. Lo deseo con toda mi alma, aunque si he aprendido algo en estos meses es que desear, querer, creer, etc, no sirven para nada. Sólo hay que hacer. Y eso es lo que yo quiero, hacer. Pero me equivoco. Meto la pata, y decepciono a mi Amo. Siempre sin intención de hacerlo, pero igualmente termino haciéndolo.
Mi miedo más grande ya he dicho muchas veces cuál es. Que mi Amo desaparezca. Me deje, se vaya, no esté. Si pasa yo sé que será por mí, por mi torpeza, por mis miedos, o porque me deje arrastrar por mi peor enemigo desde que empecé a recorrer este, mi verdadero Camino. Hablo de mi Ego. Tan enorme que puede incluso llegar a ahogarme. Lucho contra él. Pero a veces me pilla desprevenida, y hace que le falle a mi Señor, incluso en cosas que son sencillas. Mi lucha diaria por eso es en primer lugar, contra mi propio Ego.
Han pasado casi cinco meses. Mi vida ahora es otra, en todos los sentidos. Aunque la verdad es que es ahora cuando estoy asumiendo en toda su magnitud los cambios tan profundos que estoy experimentado y sobre todo, una cosa, la más importante, cuando estoy asumiendo mi condición. Soy la esclava de mi Amo. Quiero encontrar mi paz, mi equilibrio, mi felicidad, mi todo, a través de hacer su voluntad, sólo su voluntad, siempre su voluntad, porque la mía sé la he entregado a él. Sentir esto es lo más fuerte que me ha ocurrido nunca. Mi Señor, soy tu esclava. Haz tu voluntad en mi. Yo estoy para servirte. Sigo necesitando tu orientación, tu mandato, tu todo, Señor. Sé que a veces meto la pata, que actúo mal. Castígame Señor, porque lo merezco, y sigue enseñándome. Esa es mi vida ahora Señor. Seguir aprendiendo contigo.
Miro hacía atrás, y me veo tan diferente. Cinco meses no son nada, pero a la vez son tanto, Señor. No es sólo el cambio físico que es evidente. Es la diferente manera de ver la vida, de afrontar las cosas, en definitiva de estar en el mundo. Señor, sé que soy una "metepatas", que tengo una debilidad al respecto de la que trabajar y mejorar mucho, pero mi Amo, mi esfuerzo, mi trabajo, mi hacer crecen día a día, porque al fin me he encontrado a mi misma. Porque me parezco a la persona que quería ser, y que no lo era, básicamente porque no hacía nada para ello. No es que haya recuperado la pasión. Mi pasión. Es que ahora es mucho mayor que nunca lo fue. No tengo que decirte nada, ya lo sé, porque tú lo ves, porque tu lo sabes, porque tú lo has provocado. Pero a veces tengo ganas de gritarlo al mundo. Todo es gracias a mi Amo. Voy a seguir haciendo, trabajando, mejorando por y para ti, mi Señor. Lo he dicho varias veces, y lo repito, sólo me puede entender la persona que lo sienta. La fuerza que viene de mi condición de esclava tuya Señor, es muy grande. Así cómo la paz, y la tranquilidad. Porque me reitero, soy y seré sólo tu esclava Señor. Ahora y siempre. Lo era antes de saberlo. Sólo te estaba esperando, aún sin ser consciente. Señor.
Shatki
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