El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

sábado, 20 de febrero de 2016

No sé el nombre, sólo lo que siento


No sé cómo llamarlo, pero sí sé lo que siento. Hace prácticamente un año que empecé a compartir a través de esta ventana todo lo que me estaba pasando, lo que estaba viviendo. Mis primeros pasos siguiendo a mi Amo. El no saber qué era, bueno, empecé no siendo nada, directamente. Poco a poco, fui aprendiendo cosas. Asumiendo rutinas, afrontando retos… ir sin ropa interior, incluso a dar clase, llevar cosas introducidas en mi cuerpo, acostumbrarme a las arandelas en los pezones, acostumbrarme a ponerme delante de una cámara y a perder todo el miedo, deshaciéndome de todos los tabúes que me acompañaban.

Esta disciplina que por supuesto les debe de ser familiar a tod@s, un@s por imponerlas y otr@s por seguirla, se trasladó también a otro nivel a mi vida profesional, bueno… a todos los ámbitos de mi vida. Desde mi humilde planteamiento no se puede ser esclava a tiempo parcial. Yo decidí darle a mi Amo todo el control, en todos los ámbitos y desde el primer momento he sido consecuente con ello. Y asumir lo que significa. Hacerlo no sólo de palabra, o no sólo en aquellos aspectos que pudieran ser más placenteros, como el sexo, aunque si bien es cierto que he descubierto una nueva forma de vivir el placer, no es fácil, pero realmente es lo que quiero, realmente es lo que soy.

Echando la vista atrás, no me invento nada, ahí están todos los post con sus fechas y se pueden revisar. He desnudado casi que semana a semana mi alma a través de esta mi única ventana para poder mostrarme realmente como soy. He sufrido mucho, mucho. He aprendido (sigo aprendiendo) a ser paciente. A ser humilde. Me he ido quitando las capas de arrogancia, de orgullo. Las batallas con mi ego, las sigo batiendo día a día. Estar siempre disponible para mi Amo. Aprender a que yo no soy nada más que una gota en el mar. A no creerme el ombligo del mundo. Aceptar que estoy para lo que mi Amo quiera, cuando lo quiera y de la manera que lo quiera. Sin saber cómo, sin pedir una explicación, simplemente aceptando todo lo que de él venga. En definitiva de lo que hablo es de la entrega. 

Pero de entrega absoluta. Entregarme totalmente, en cuerpo y alma. No hacer nada de nada a lo largo del día sin pensar en mi Amo, y en como él quiere que  haga las cosas. Ser incapaz de sentir tranquilidad o alivio, sino es a través de saber que mi Amo está agradado con lo que hago o con como lo hago. Esto sí es entrega absoluta. Saber que mi existencia tiene sentido por él y en él. Pero no sólo saberlo, sino que sentirlo, en la piel y en las mismas entrañas. Y lo mejor de todo, es que es una elección libre. Es algo que lo hago porque quiero (y porque mi Amo también quiere seguir siéndolo, obviamente, si él dice hasta aquí hemos llegado, ahí Shakti, simplemente desaparecerá), porque libremente lo he decidido, por encima de mi propia racionalidad, por encima de cualquier convicción social, por encima de todo y de todos. Soy suya, y aunque en momentos me sienta superada, y crea que no puedo seguir, porque no estoy a la altura de lo que mi Amo quiere, y de lo que mi Amo busca, aquí estoy. Contra viento y marea. 

Quien haya compartido conmigo sabe de mis castigos, de mis meses de repudio y de estar en el ostracismo, no siendo nada de nada… pero también sabe de mi felicidad absoluta cuando El me dedica su tiempo, cuando tiene a bien jugar conmigo, cuando decide incluso hasta verme. No conozco otras relaciones de este tipo. Sé que en el mundo vainilla nada de lo que digo tendría sentido, y me tacharían muy fácilmente de cualquier cosa.

No sé qué nombre ponerle a esto que siento. No sé cómo llamarle porque aunque sea una mujer muy “leída y escribida” me faltan las palabras que me sirvan para explicar todo esto. Sé que hay otras relaciones más fáciles, y que dentro del BDSM también las hay. Más sencillas, con menos complicaciones, tal vez con menos dolor… pero pese a todo, simplemente esto es lo que soy, la esclava de mi Amo. Aquí estoy para él. No lo puedo evitar, porque al fin descubrí quién soy, y como he dicho muchas veces, Soy Shakti, soy la esclava de mi Amo, y sólo existo por él y en él. 

Si alguien sabe qué nombre ponerle a esto, me encantaría que me lo dijera. Gracias por el tiempo que compartís conmigo.


Mi Amo, siempre tuya, Shakti.

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