El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

miércoles, 12 de agosto de 2015

Momento de paz.


Mis emociones son un carrusel, y a veces, se me desbordan. Este es un tema que soy consciente que debo trabajar mucho, y que necesito aprender a controlar mucho mejor. Lo cierto es que pese a que hay algo diferente en mi interior, objetivamente no ha cambiado mi posición desde la última vez que me asomé por esta ventana,  gritando mi dolor, mi desesperación. Mi Señor sigue sin volver a aceptarme. Sigo siendo una apátrida y estando en el exilio, porque mi hogar, mi patria, es mi Amo. Lo he repetido hasta la saciedad, porque es una verdad absoluta, sin él no soy nada. Sin él, Shatki no existe, porque su ser, es decir, mi yo real, sólo tiene sentido por ser la esclava de mi Amo. Si mi Señor no vuelve a aceptarme, Shatki directamente desaparecerá, y se quedará encerrada en mi interior. Pero hoy no quiero hablar de dolor, ni de desesperación. La verdad que el calor, el verano, los cambios, el distanciamiento con mi Amo, me han tenido muy despistada de mi verdadero camino. Me he centrado tanto en el miedo, que en momentos he olvidado, que todo está en mi.

El miedo es nuestro gran enemigo,  y en mi caso particular, me ha tenido un mes deambulando por mi propia desesperación y sin dejarme avanzar. Mi Señor tomará la decisión que tenga que tomar, pero yo no puedo estar paralizada pensando en lo que será mi desgracia si mi Amo decide no volver a aceptarme. Si eso sucede, lo afrontaré llegado el momento, pero mientras sólo me queda una cosa, cumplir con mi obligación, hacer todo lo que debo y seguir creciendo y evolucionado. Se lo debo a mi Señor, por el tiempo que me ha dedicado y me lo debo a mí misma, porque seguir las enseñanzas, las instrucciones, y los mandatos de mi Señor, me ha hecho evolucionar, crecer, y mejorar, y así debo de seguir. No debe y no hay vuelta atrás. Sería muy necio por mi parte desandar el camino andado. Mi Señor no se merece después del tiempo que me ha dedicado, que yo haga semejante estupidez.

Mi Señor entró en mi vida hace siete meses, y me ha ayudado a transformarme radicalmente, a evolucionar, a encontrarme a mí misma, a recuperar la ilusión, la pasión. Mi Amo ha supuesto el resorte increíble que ha provocado un cambio absoluto, tanto interno como externo. Y eso es algo que ya no va a cambiar. Eso ha sucedido

Mi Señor ha hecho tanto, tanto por mí. Jamás podré compensarlo por todo lo que ha hecho. Así que no quiero pensar en lo que he perdido, no quiero agobiarme con lo que ya no tendré. Prefiero pensar en la suerte que he tenido por haber estado mi Señor en mi vida. Porque me encontró, porque me eligió, porque me ha dado más que nadie jamás. Me ha dado vida, y eso no tiene precio. Así que pase lo que pase soy una mujer afortunada y ahora, por primera vez entiendo en toda su extensión qué significa "es mejor tener y después perder, que nunca haber tenido". Por supuesto que el dolor es infinito,  por supuesto que quiero seguir siendo la esclava de mi Amo, pero en vez de llorar por las esquinas, lo importante es seguir luchando, peleando, y no dejar de intentarlo. Voy a vivir el momento. A disfrutar del camino, del esfuerzo, y a seguir aspirando a ser la esclava de mi Amo. 

Soy Shatki, siempre seré la esclava de mi Señor. Porque esa es mi esencia, mi auténtico yo. Y como siempre Señor, sólo me cabe una vez más darte las gracias por todo, y decirte que sigo esforzándome para ser digna de ti, para ser la esclava que tú quieres. GRACIAS, mi Señor, mi Amo, mi Dueño, mi Todo.

Tu Shatki

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