A veces pienso que ya no puedo contar nada más y otras sin embargo, sólo querría encontrar las palabras que pudieran explicar lo que realmente siento, lo que soy y cómo todo se multiplica con la existencia de mi Amo.
No soy sumisa, lo he dicho muchas veces. No me gusta obedecer, y no lo anhelo. No me excita el que me azoten, me aten o me humillen... más bien todo lo contrario. No siento esa necesidad que leo en las palabras de sumisos y sumisas. Pero todo se vuelve diferente cuando se trata de mi Amo. No soy sumisa, pero soy su esclava... ya sé, esto no tiene ningún sentido, aunque para mí lo tiene todo. Mi entrega es absoluta y sin condiciones... mi vida depende de Él que es mi fuente de todo... mi faro, mi motor...
Hemos pasado mucho y por mucho. Momentos muy complicados. Castigos. Silencios. Desprecios. Pero todo me ha hecho crecer, ser más valiente y ser muy fuerte. Soy una roca... aunque con Él soy arcilla para que me moldee a su gusto. Me agrada tanto ser su obra... pero sobre todo lo que me hace sentirme plena es su forma de mirarme cuando está satisfecho, su tono de voz cuando está complacido, y el tacto de sus manos cuándo me acarician a modo de recompensa.
Ahora nos tocan tiempos menos convulsos. Pienso que al fin he aprendido a ser su Shakti, a saber obedecer... a ser lo que Él quiere. Es el momento de subir un nuevo escalón. Sé que no será fácil, porque nada lo es con mi Amo... pero estoy dispuesta a seguir a su lado pase lo que pase, mientras Él quiera acompañarme, mientras que Él quiera que siga siendo su Shakti...
Mi Amo, aquí estoy, aquí estaré... aquí sigo y aquí seguiré... te siento tan cerca de mí, soy tan feliz... jamás me he sentido tan cerca de nadie, ni tampoco he sentido que nadie se ocupara (es mucho más que preocupar) así por mí... no hay ni una sola célula de mi cuerpo que no te pertenezca, que no sea tuya... y eso me llena de orgullo, me hace feliz...
Tu Shakti... eternamente tuya...