El Camino Hacia Ser

"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia"
Honoré de Balzac

domingo, 21 de junio de 2015

Vivir como si no hubiera mañana


Mi Amo me explica por activa y por pasiva que esta relación tiene por naturaleza fecha de caducidad. Sé que tiene razón, porque siempre la tiene, es algo que he aprendido en estos meses. Pero cuando me dice eso, sólo puedo pensar, ojalá tarde en llegar ese momento. La verdad es que me duele tener esa conversación, porque aún no sé cómo podrá ser mi vida cuando eso ocurra. Las palabras que me dijo en su momento, en nuestra primera conversación, allá por el mes de enero (hace tan poco, aunque parezca que fuera en otra vida), aquello de "el hombre de tu vida soy yo", retumban en mi cabeza. La verdad es que es más que el hombre de mi vida, es la persona de mi vida. Se irá como él dice, aunque su huella siempre permanecerá en mí.

Me gustaría que eso no pasara, que siempre estuviera, aunque entiendo que tenga que irse. Que considere que mi tiempo ha pasado. Siempre dice que yo también lo pensaré, aunque desde lo más profundo de mi alma no creo que eso pueda ocurrir. Hoy escribo desde una gran tristeza interior, una pena que me desgarra por dentro. Tal vez sea porque de tanto decírmelo, empiezo a imaginarlo, sobre todo por la necesidad de no morirme por dentro cuando ocurra.

Todo empezó como una relación que se basaba o que tenía como eje una manera especial de entender el sexo. Poco a poco la presencia de mi Amo fue aumentando, hasta convertirse en mi todo. Hasta que realmente sentí y acepté que yo no era yo, era la esclava de mi Amo. Sin darme cuenta le entregué mi voluntad. Conforme tomé conciencia de lo que suponía esta elección, mi fuerza interior fue creciendo. El tiempo ha ido pasando y he ido evolucionando, en todos los aspectos. Con mis subidas y mis bajadas. Mis aciertos y sobre todo mis errores. Y ante todo con el deseo absoluto de hacer la voluntad de mi Amo.

Ahora miro hacía atrás, y veo a una persona diferente, que se siente fuerte, pero porque tiene siempre ahí a su Amo. No quiero pensar ahora en ello, en lo que puede pasar, o según mi Señor, lo que va a pasar seguro. Si pienso en esa situación siento el vacío horrible, que he sentido en los momentos en los que mi Señor ha estado a punto de dejarme. De pronto me invade una tristeza que hace que sienta una negrura en mi alma que me asusta. No quiero parecer cobarde, porque no lo soy, pero esa idea, que mi Amo no esté, que no pueda contar con él, que obedecerlo no sea lo más importante de mi día a día, me supera. Tengo tanto que aprender, necesito tanto a mi Amo. La angustia me atenaza... y eso creo que me hace aún más vulnerable, me acerca más al error. Aunque no quiero que esto pueda parecer una excusa ante mis meteduras de pata.

Es por todo esto que he estado comentando, por todo esto que siento, por lo que he decidido vivir como si no hubiera mañana. Mi Señor me ha repetido muchas veces que no tengo que vivir en el pasado, porque se fue y no lo puedo cambiar. Tampoco tengo que estar constantemente pensando en el futuro, porque aún no ha llegado. Hay que vivir en el aquí y ahora, que sí se puede controlar. Así que voy a seguir las enseñanzas de mi Amo. Voy a levantarme cada mañana como si fuera el último día que mi Señor va a estar conmigo. De esa manera, voy a disfrutar al máximo de mi suerte. De poder contar con mi Señor. De que tuviera a bien, elegirme. El tiempo que mi Amo quiera dedicarme, tengo que aprovecharlo al máximo y disfrutarlo. No quiero pensar mañana en el tiempo que perdí, martirizándome hoy con el que podría pasar...

Señor, soy, y seré tu esclava. Estés o no estés, lo seguiré siendo. Gracias por elegirme, por estar ahí, y por la paciencia infinita que en muchos momentos has tenido, y estás teniendo.

Shakti

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